En 2011, Italia celebró con la emisión de una moneda conmemorativa de 2 Euros el 150
Aniversario de uno de los acontecimientos más importantes de su historia: la
unificación del país.
Desde la caída del Imperio Romano, la península itálica había estado divida en multitud de estados, en muchas ocasiones gobernados por dinastías de origen extranjero: francesas, españolas o austríacas.
La unificación de Italia fue un
proceso largo que culminó tras varios años de enfrentamientos. En primer lugar,
echemos un vistazo a la situación de la península itálica en 1843:
Se puede apreciar la existencia
de cuatro grandes territorios: el Reino de Cerdeña, el Reino de Sicilia, el
Véneto y los Estados Pontificios. De todos ellos hay que señalar que el Véneto
se encontraba bajo dominio del Imperio Austríaco y que los Estados Pontificios
estaban gobernados por el Papa, cabeza de la Iglesia Católica.
En 1948 tienen lugar diferentes
revoluciones contra los austríacos, especialmente en Milán, y el Reino de
Cerdeña le declara la guerra al Véneto austríaco; en un principio los sardos
contaron con el apoyo de los sicilianos y de la curia romana, pero se retiraron
al temer que Cerdeña pudiera controlar el norte de la península.
El Reino de Cerdeña no consiguió
invadir el Véneto, pero la parte occidental del mismo logró independizarse.
Mientras tanto, en 1849 el gobernador de la Toscana huyó dejando un gobierno
provisional y el Estado Pontificio se convirtió brevemente en la República
Romana tras la huida del Papa Pío IX.
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| Conde de Cavour |
En 1859, el Conde de Cavour, Primer Ministro del Reino de Cerdeña, buscó el apoyo de Francia, en la figura de Napoleón III y juntos le declararon de nuevo la guerra a Austria en 1859. En esta ocasión, el resultado fue diferente y Vittorio Emanuele II se convirtió en el rey de la región de Milán, la Lombardía.
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| Napoleón III de Francia |
Sin embargo, Francia, temiendo un
enfrentamiento con el Reino de Prusia, decidió firmar un tratado de paz por el
que Austria conservaba la región de Venecia, se formaba una Federación Italiana
(presidida por el Papa) y Francia recibía Niza y Saboya del Reino de Cerdeña.
En 1860, el Reino de Cerdeña se
anexionó las regiones de Parma, Módena, Emilia-Romaña y la Toscana, con lo que
controlaba toda la parte al norte de los Estados Pontificios, a excepción del
Véneto, aún en manos de Austria.
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| Italia en 1860, con la anexión de territorios del Reino de Cerdeña |
El siguiente paso fue la
conquista del sur: el Reino de las Dos Sicilias, un estado pobre y atrasado en
manos de la dinastía Borbón. La derrota fue rápida y, tras ello, Vittorio
Emanuele II convocó un referéndum en el que votaron los ciudadanos varones de
Italia sobre si deseaban la unificación del país y ser gobernados por la
dinastía Saboya. El resultado fue positivo y en 1861 se declaró el estado de
Italia.
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| Vittorio Emanuele II, primer rey de Italia |
Para la conquista del Véneto hubo
que esperar hasta 1866, cuando Austria y Prusia luchaban por la supremacía en el
Imperio Germánico. Finalmente, consiguieron sus aspiraciones y Vittorio
Emanuele pudo entrar en Venecia como rey.
La única región importante que
quedaba por conquistar eran los Estados Pontificios, defendidos por tropas
francesas. Aprovechando la Guerra entre Prusia y Francia, que tuvo que
movilizar estas tropas, Italia invadió el Estado Pontificio sin encontrar
resistencia. Sin embargo, el Papa se negó a entregar el poder a los italianos y
se declaró prisionero en el Vaticano. Los romanos votaron a favor de unirse al
resto de Italia.
Sin embargo, aún quedaban algunas
regiones de tradición italiana que debían ser anexionadas: Dalmacia, Córcega,
Niza, Saboya, Istria, las Islas Jónicas, el Dodecaneso y la Suiza italiana.
Estos territorios fueron llamados Italia
irredenta (Italia no rescatada) y su posible conquista sería explotada por
futuros movimientos nacionalistas. Curiosamente, nadie reclama San Marino, a
pesar de estar mucho más cerca.
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| Situación de Italia en Europa |
En cuanto al diseño de la moneda,
Italia suele realizar diseños elaborados. Sin embargo este no ha sido el caso.
En la moneda aparecen tres banderas de diferentes tamaños ondeadas al viento.
Si observamos las banderas, podemos ver que están divididas en tres franjas
verticales y cada sección está rallada de una forma diferente, pero el código
se mantiene en las tres banderas. Efectivamente, representan tres banderas
italianas, una por cada 50 años trascurridos desde la unidad:
1861-1911-1961-2011, para mostrar un vínculo entre generaciones. En la parte
superior encontramos la leyenda: 150 DELL’ UNITÀ D’ITALIA (150 de la unidad de
Italia); en la parte inferior está la inscripción RI (República Italiana), las
iniciales del grabador ELF INC.: Ettore Lorenzo Frapiccini, Incisore
(grabador). La R solitaria muestra que ha sido acuñada en Roma.
Se emitieron 10 millones de monedas
puestas en circulación el 22 de abril de 2011.
© Copyright del texto y de las fotografías de monedas propiedad de Daniel Grimoir
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