Historia del Euro

El Euro (EUR o €) es la moneda común de muchos de los países que forman parte de la Unión Europea (19 de 28) y también es utilizada en algunos otros estados como Andorra, Kosovo, Mónaco, Montenegro, San Marino y el Vaticano. 

Actualmente es la moneda que circula en Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos y Portugal. El conjunto de estos países es conocido como Eurozona.

Sede del Banco Central Europeo (BCE)

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El Euro se divide en cien céntimos. Los billetes (5, 10, 20, 50, 100, 200 y 500 Euros) tienen diseños iguales en ambas caras para todos los países; sin embargo, las monedas (1, 2, 5, 10, 20 y 50 céntimos y 1 y 2 Euros) tienen un anverso común y un reverso diferente para cada país. Independientemente del país en el que hayan sido acuñadas, las monedas son de validez en cualquier país de la Eurozona.

Caras comunes a todos los países del Euro

 

A partir del 2004, se permite a cada país acuñar una moneda de dos Euros conmemorativa al año. En estas emisiones se mantiene la cara común y sólo se altera el reverso nacional. A partir de 2012, se permite la emisión de dos monedas conmemorativas por año. En ocasiones, se emiten emisiones en conjunto (todos los países acuñan el mismo diseño) y no se contabiliza como diseño individual.

Grecia emitió la primera moneda conmemorativa de 2 Euros

 

Oficialmente se usan los símbolos euro y cent, siempre en singular y sin puntos. El símbolo del Euro € está inspirado en la letra griega épsilon ε, en honor a la letra inicial de Europa; las dos líneas paralelas hacen referencia a la estabilidad dentro del área Euro. 

Manera precisa de dibujar el símbolo del Euro €

 

El Tratado de la Unión Europea de 1993 preveía la creación de una Unión Económica y Monetaria con la introducción de una moneda única, que por aquel entonces se planeaba llamar ECU, unidad monetaria europea (European Currency Unit). Para poder adoptar la moneda común, se deberían cumplir una serie de requisitos económicos. Los estados miembros de la Unión Europea acordaron el 15 de diciembre de 1995 en Madrid la creación de una moneda común, a la que finalmente llamaron Euro, que comenzaría a circular el 1 de enero de 2002.
 

El primer paso en la introducción de la nueva moneda se dio el 1 de enero de 1999, cuando dejaron de existir las monedas de los once países de la Unión que se acogieron al plan de la moneda única: Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal. Más tarde, el 1 de enero de 2001, se incorporó Grecia. Sin embargo, las monedas y billetes de Euro no comenzaron a circular hasta el 1 de enero de 2002. Tanto las monedas como los billetes tuvieron un período de coexistencia, determinado por cada país, entre las antiguas y las nuevas divisas. 

Algunas de las divisas retiradas al entrar en circulación el Euro (de izquierda a derecha):
la lira italiana, el florín neerlandés y el franco francés.

 

Tres países de la UE no adoptaron la moneda única: Dinamarca, el Reino Unido y Suecia. Dinamarca rechazó el Euro en un referéndum en el año 2000, donde el 53,1% de los votantes se manifestaron contra la adopción del Euro. En Suecia, que según los acuerdos firmados tienen la obligación de adoptar la moneda común, también se llevó a cabo un referéndum en 2003, unos días después del asesinato de la ministra Anna Lindh, fuerte impulsora del Euro, rechazando con un 56% en contra; el país escandinavo se mantiene fuera de la Eurozona simplemente no pidiendo incorporarse al mecanismo ERM, uno de los requisitos a cumplir. El Reino Unido no tiene planes actualmente para adoptar el Euro; euroescépticos de Gran Bretaña creen que una única moneda es meramente un paso previo para la formación de un superestado europeo unificado y que suprimir la habilidad británica de determinar sus propias tasas de interés tendría efectos dramáticos en su economía.

Morado: Países miembros de la Eurozona original (2002);
Verde: Países que adoptaron el Euro más tarde; Azul: Países con obligación
de adoptar el Euro; Rojo: Países con cláusula de exclusión

 

Desde el año 2002, la UE continuó ampliándose, y los nuevos miembros tenían como requisito formal adoptar el Euro como moneda. Desde entonces, la Eurozona se ha ampliado en varias ocasiones: el primer país fue Eslovenia en 2007, seguido por Malta y Chipre en 2008, Eslovaquia en 2009, Estonia en 2011, Letonia en 2014 y Lituania en 2015. El resto de países (Bulgaria, Croacia, Hungría, Polonia, República Checa y Rumanía) tienen diferentes fechas previstas.
 

Para diseñar el anverso común, en 1996 se organizó una competición en la que los países debían enviar un máximo de tres series con los siguientes temas: arquitectura, personalidades europeas y abstracto. El 13 de marzo de 1997 un jurado seleccionó las siguientes seis series de un total de 36:

 

El 8 de junio de 1997 el ECOFIN selecciona desde Luxemburgo la serie ganadora, tras consultar a los directores de ceca y a diferentes asociaciones de consumidores. Unos días más tarde, se anunció el diseñador ganador: el de Luc Luycx, de la Real Fábrica de Moneda de Bélgica.

Sin embargo, la cara común ha sido cambiada con respecto al diseño original; en este, las monedas de 2 Euros a 10 céntimos mostraban un mapa con la Unión Europea de 1997 (15 países), la cual fue ampliada en 2004. Esto se convirtió en un problema más grave cuando Eslovenia adoptó el Euro como moneda, por lo que el nuevo diseño muestra un mapa del continente europeo, con los países que forman parte y los que no. Este diseño es el que se viene usando desde 2007 por la mayoría de países y desde 2008 por Italia, Austria y Portugal.

Diferencias entre la cara común antigua (en azul)
y la nueva (en morado)

 

En este blog normalmente no se habla de los billetes, pero dado que este es el artículo número 100 y que se trata de una información que he encontrado interesante, me permitiré hacer una excepción.
 

Cada uno de los valores de los billetes (500, 200, 100, 50, 20, 10 y 5 €) tienen un color y un tamaño diferentes. El tema que muestran es la evolución de la arquitectura europea; el anverso muestra puertas y ventanas, que simbolizan el espíritu de apertura y cooperación, mientras que en la parte trasera aparecen puentes, para recordar la unión de los pueblos europeos entre sí. En ambas caras se recogen ilustraciones estilizadas y en ningún caso son construcciones reales.
 

Estos diseños para los billetes fueron escogidos de entre 44 propuestas presentadas a concurso. El diseño ganador fue creado por Robert Kalina, del Banco Nacional Austríaco, está basado en el tema Épocas y estilos de Europa y recoge siete estilos arquitectónicos históricos: el clásico en los billetes de 5€, el románico en los de 10€, el gótico en los de 20€, el renacentista en los de 50€, el barroco y el rococó en los de 100€, la arquitectura del hierro y del cristal del siglo XIX en los de 200€ y la arquitectura del siglo XX en los de 500€. 
 

A continuación se muestran los diseños que se contemplaron:
 

En los billetes se recoge el nombre de la moneda tanto en caracteres latinos (EURO) como griegos (EYPΩ); y las iniciales del Banco Central Europeo en cinco variantes lingüísticas (BCE, ECB, EZB, EKT, EKP) en las once lenguas que en el 2002 eran oficiales en la UE.
 

El proyecto del Euro como moneda común seguirá avanzando, abarcando cada vez nuevos países, con lo que se consigue mejorar la movilidad entre los diferentes territorios, facilitando los movimientos de personas y simplificando los intercambios comerciales entre diferentes países.
 

Como ya comenté antes, este se trata del artículo número 100 publicado en Monedas y Mundo, que no hubiera llegado a publicarse de no ser por el interés mostrado por vosotros, los lectores. Gracias de corazón a todos.

© Copyright del texto y de las fotografías de monedas propiedad de Daniel Grimoir